La cloración salina ¿Qué es?

Sumérgete en un agua más saludable y respetuosa con el medio ambiente con la cloración salina.

Imagina sumergirte en una piscina con agua más saludable y amigable con el medio ambiente. Esa es una de las principales ventajas de la cloración salina, un sistema que cada vez más personas eligen para desinfectar sus piscinas sin productos químicos tradicionales

¿Te preguntas si es hora de abandonar los métodos de desinfección convencionales y pasarte a la cloración salina? Quizás tengas algunas dudas antes de tomar la decisión final, y aquí estamos para ayudarte a despejarlas. En este artículo descubrirás por qué la cloración salina es una opción excelente para mantener tu piscina en perfectas condiciones, asegurando que el agua esté limpia, equilibrada y libre de productos químicos agresivos. 

La cloración salina, también conocida como electrólisis salina, se ha posicionado como una alternativa moderna y eficiente para la desinfección del agua, mejorando su calidad y transparencia a través de un proceso automatizado. Pero ¿en qué consiste exactamente este sistema y cuáles son sus ventajas frente a los métodos tradicionales? 

A lo largo de este artículo, te explicaremos en detalle cómo funciona la electrólisis salina, sus múltiples beneficios y responderemos a las preguntas más comunes que han surgido entre nuestros clientes a lo largo de los años. 

¿Qué es la cloración salina?

La electrólisis es un proceso que utiliza la electricidad para separar los elementos de un compuesto. En este caso, el compuesto es la sal, una sustancia natural, blanca y cristalina que, al disolverse en el agua, se convierte en el ingrediente clave para generar cloro de manera natural. Todo esto ocurre gracias a una fuente de alimentación eléctrica que aporta la energía necesaria para que el proceso tenga lugar. 

Desde su llegada a España en el año 2000, la cloración salina ha evolucionado considerablemente, hasta convertirse en uno de los métodos más populares y eficaces para desinfectar piscinas. ¿Listo para conocer más sobre este sistema de desinfección? 

¿Cómo funcionan los sistemas de cloración salina?

Los sistemas de cloración salina ofrecen una forma automatizada y eficiente de mantener el agua de tu piscina desinfectada. Aunque el consumo de sal es bajo, puede ser necesario reponerla ocasionalmente debido a pérdidas naturales que se producen durante la limpieza, la evaporación del agua o el movimiento continuo de los bañistas. 

El proceso comienza añadiendo una pequeña cantidad de sal (entre 4 y 6 gramos por litro) al agua de la piscina. Esta agua, ligeramente salada, circula a través de una célula electrolítica que contiene electrodos. Cuando el agua pasa por esta célula, la sal (cloruro sódico) se descompone mediante electrólisis, transformándose en hipoclorito sódico, un potente desinfectante que elimina algas, bacterias y hongos. Una vez completada su función desinfectante, el hipoclorito se reconvierte nuevamente en sal, renovando el ciclo sin un consumo continuo de sal. 

 Las reacciones electroquímicas producidas son:

Este método consiste en la producción de cloro “in-situ”, con la ventaja añadida de eliminar los residuos químicos que contiene el cloro sólido.

Es importante tener en cuenta que para que este proceso funcione de manera óptima, el pH del agua debe mantenerse dentro de un rango adecuado, generalmente entre 7.2 y 7.6. Un pH fuera de estos valores puede disminuir la efectividad del sistema de cloración, ya que afecta tanto la eficiencia del cloro generado como el confort del agua. 

Además, el clorador salino solo funcionará cuando el sistema de filtración esté en marcha. Por lo tanto, es crucial asegurarse de que el sistema esté funcionando el tiempo necesario cada día para garantizar la desinfección adecuada y la calidad del agua. 

Se trata de un sistema automatizado y cerrado en el cual no hay consumo de sal  salvo el consumo inicial.

Piscina de cloro vs piscina de sal

Elegir el sistema de desinfección adecuado para tu piscina es crucial, ya que influye en el mantenimiento y la experiencia de los bañistas. A continuación, te mostramos las principales ventajas e inconvenientes de la cloración salina para ayudarte a tomar la mejor decisión.

Ventajas de la electrólisis salina

• Menor mantenimiento: Los sistemas de cloración salina requieren menos intervención manual para el tratamiento del agua, lo que reduce el tiempo y esfuerzo necesarios para mantener la piscina. 

• Estabilidad del cloro: El cloro producido a través de electrólisis se libera de manera constante y controlada, manteniendo niveles óptimos de desinfección sin picos de concentración que pueden ocurrir con productos químicos tradicionales. 

• Económico a largo plazo: Aunque la inversión inicial es alta, los costos de operación y mantenimiento son generalmente más bajos que los de los sistemas que utilizan productos químicos convencionales, debido a la reducción en la compra de productos químicos. 

• Incremento de la vida útil de la piscina: La disminución del uso de productos químicos agresivos ayuda a preservar la integridad de los materiales de la piscina, como el revestimiento y la fontanería, prolongando su vida útil. 

• Versatilidad en aplicaciones: La cloración salina se puede aplicar en diferentes tipos de piscinas, desde residenciales hasta públicas, así como en spas, acuarios y centros deportivos, lo que la hace adaptable a diversas necesidades. 

• Bajo consumo energético: El sistema de cloración salina consume poca energía, comparable al uso de una bombilla de bajo voltaje, lo que contribuye a la sostenibilidad y reduce los costos de electricidad. 

• Aumento del confort: Al eliminar olores y sabores desagradables, así como la irritación ocular, proporciona un entorno más cómodo y agradable para nadar. 

Inconvenientes del clorador salino  

• Coste inicial: Aunque los costos de mantenimiento son bajos, la instalación del sistema de electrólisis salina puede ser costosa. Esto incluye el precio del generador de cloro y la posible necesidad de realizar modificaciones en la piscina. 

• Corrosión: La sal puede ser corrosiva para ciertos materiales. Elementos como escaleras, accesorios metálicos y equipos de piscina pueden verse afectados, lo que podría resultar en un aumento de los costos de mantenimiento y reemplazo. 

• Control de pH: El agua salina tiende a ser más alcalina, lo que puede requerir un mayor control y ajuste del pH. Si no se gestiona adecuadamente, puede generar problemas en el balance químico del agua. 

• Dependencia de la electricidad: El sistema de electrólisis salina depende de la electricidad para funcionar. En caso de cortes de energía, el sistema dejará de producir cloro, lo que puede afectar la calidad del agua. 

• Acumulación de sal: Con el tiempo, puede haber una acumulación de sal en el fondo de la piscina, lo que puede requerir limpieza y mantenimiento adicional. 

• Condiciones climáticas: En climas fríos, el rendimiento del generador de cloro puede verse afectado, ya que el agua fría reduce la efectividad del proceso de electrólisis. 

• No elimina todos los contaminantes: Aunque la cloración salina ayuda a eliminar microorganismos, puede que no sea tan efectiva contra ciertos tipos de contaminantes, como algas o productos químicos específicos. 

• Ajuste de la salinidad: Es necesario realizar mediciones regulares de la salinidad del agua para asegurar que se encuentre en los niveles óptimos, lo que implica un mantenimiento adicional. 

• Sensibilidad de la piel: Aunque es menos irritante que el cloro tradicional, algunas personas pueden experimentar sensibilidad o reacciones alérgicas a los niveles de sal en el agua. 

Aunque los sistemas de cloración salina automatizan gran parte de la desinfección, puede ser necesario realizar una cloración de choque en situaciones excepcionales, como tras una alta afluencia de bañistas o si el agua ha estado estancada. En estos casos, el cloro líquido es una opción efectiva para restaurar rápidamente los niveles óptimos de desinfección.

Cómo elegir el clorador salino adecuado para tu piscina 

Elegir el clorador salino correcto es esencial para garantizar que tu piscina esté desinfectada de manera eficaz y con el menor esfuerzo posible. Existen varios factores a considerar, pero el punto de partida es siempre el cálculo del volumen de agua de la piscina, ya que esto determinará la capacidad del clorador que necesitas. 

Cálculo del volumen de agua

El primer paso es calcular el volumen total de agua de tu piscina, ya que los cloradores salinos se escogen en función de los gramos de cloro que pueden producir por hora. Un clorador que no tenga la capacidad suficiente no podrá mantener los niveles óptimos de desinfección, mientras que uno sobredimensionado puede resultar innecesariamente costoso. 

Para calcular el volumen de agua de tu piscina, puedes usar las siguientes fórmulas básicas: 

• Piscinas rectangulares o cuadradas: Largo x Ancho x Profundidad media 

• Piscinas circulares: Diámetro x Diámetro x Profundidad media x 0,78 

Capacidad de producción del clorador 

Una vez que conoces el volumen de tu piscina, el siguiente paso es determinar cuántos gramos de cloro por hora debe producir tu clorador. La capacidad de cloración dependerá del tamaño de la piscina, el uso que se le dé, y otros factores externos como la exposición al sol, la evaporación, o la frecuencia con que se usa la piscina. 

Se expresa en g/h, y aquí tienes algunos ejemplos orientativos según el tamaño de la piscina: 

• Si tienes una piscina de hasta 25 m³, considera una capacidad de 7 g/h
• Para una piscina de 50 m³, la recomendación es de 12 g/h.
• En el caso de piscinas de hasta 120 m³, deberías optar por una capacidad de 30 g/h

Factores adicionales 

Además del tamaño de la piscina y la producción de cloro, hay otros factores clave que influirán en la elección de tu clorador salino: 

• Zona climática: En zonas cálidas, la evaporación y la exposición solar son más intensas, lo que puede reducir los niveles de cloro más rápidamente. Si tu piscina está en una zona de mucho sol o calor, es recomendable optar por un clorador con mayor capacidad de producción. 

• Número de bañistas: Una piscina con muchos usuarios a diario requerirá más cloro para mantener la calidad del agua. 

Accesorios adicionales 

Considera modelos que incluyan accesorios que automatizan procesos y mejoran la funcionalidad y el mantenimiento.  

• Sensor de ORP: Este dispositivo mide el potencial redox (oxido-reducción) del agua y ajusta automáticamente la producción de cloro según la calidad del agua, asegurando un nivel constante de desinfección. 

• Bomba y sonda de pH: Estos accesorios son esenciales para mantener el pH en niveles óptimos (entre 7.2 y 7.6). Un pH equilibrado es fundamental para la efectividad del cloro y para la comodidad de los nadadores, ya que previene irritaciones en la piel y los ojos. 

Instalación del clorador salino

La instalación de un clorador salino debe ser realizada por un profesional cualificado, ya que requiere conocimientos de fontanería y conexión eléctrica. Es fundamental seleccionar la ubicación adecuada para la célula de electrólisis en la tubería de retorno, después del filtro, y asegurarse de que esté orientada correctamente según las especificaciones del fabricante. Además, se recomienda instalar un sistema de bypass que permita aislar la célula del circuito de filtración, facilitando su mantenimiento y garantizando un funcionamiento óptimo. 

Puesta a punto clorador salino 

Si ya has adquirido el clorador salino, sigue estos pasos para asegurarte de que esté correctamente preparado para su funcionamiento: 

1. Verifica la temperatura del agua: Antes de poner en marcha el clorador, asegúrate de que la temperatura del agua de la piscina sea superior a 15ºC. Esto es crucial, ya que temperaturas más bajas pueden afectar la eficacia de la electrólisis. 

2. Añade la sal: Calcula la cantidad de sal necesaria según el volumen de tu piscina. La proporción recomendada es de 5 kg de sal por cada m³ de agua. Disuelve la sal: Una vez que hayas añadido la sal directamente a la piscina, es importante poner en funcionamiento la bomba. Esto ayudará a disolver la sal de manera uniforme en el agua, evitando acumulaciones que puedan interferir con el funcionamiento del clorador. 

3. Configura el clorador: Después de asegurarte de que la sal está bien disuelta, enciende el clorador salino y ajusta los niveles según las recomendaciones del fabricante. Revisa que todos los parámetros estén dentro de los rangos óptimos para asegurar una desinfección efectiva. 

4. Monitorea los niveles: Es recomendable verificar los niveles de sal y pH periódicamente, especialmente durante las primeras semanas de uso. Mantener el pH entre 7.2 y 7.6 es fundamental para optimizar la eficacia del clorador y garantizar una experiencia de baño cómoda. 

Guía para comprobar los niveles de sal

Para garantizar el funcionamiento óptimo de tu clorador salino, es fundamental realizar un seguimiento regular de los parámetros de calidad del agua. Muchos cloradores salinos incluyen indicadores que te informan sobre la producción de sal, el nivel de pH y otros valores clave. Es importante revisar estas lecturas regularmente para asegurarte de que se encuentran dentro de los rangos óptimos. 

Si no estás seguro de que el clorador esté proporcionando lecturas precisas, puedes utilizar medidores adicionales, como las tiras analíticas Aquacheck. 

La concentración de sal adecuada para una piscina con clorador salino debe situarse entre 4000 y 7000 ppm (mg/L), siendo el valor óptimo 5000 ppm.  

Por ejemplo, si tenemos una piscina de 30 m³ y el clorador indica una concentración de sal de 1,18 g/L, esto está muy por debajo del nivel óptimo de 5 g/L. 

Para calcular la cantidad de sal que debemos añadir, restamos:  5g/L (nivel óptimo) −1,18g/L (nivel de sal) =3,82g/L 

Luego, multiplicamos este valor por el volumen de la piscina: 3,82g/L×30m³=114,6kg 

Los 3,82 los multiplicamos por los m³ de la piscina, por lo tanto, 3,82 x 30 = 114,6 Kg 

Por lo tanto, en este caso, deberemos añadir 114,6 kg de sal a la piscina para alcanzar el nivel óptimo. 

Mantenimiento electrólisis salina

Para garantizar un funcionamiento óptimo del sistema de electrólisis salina, es importante realizar un mantenimiento regular. Aquí te dejamos algunas recomendaciones: 

1. Limpieza de la célula: Limpia la célula de electrólisis cada 3 a 6 meses para eliminar depósitos de cal y minerales. Usa una solución de ácido diluido según las instrucciones del fabricante como el producto de Piscimar Celnet.

2. Control de sal y pH: Verifica periódicamente la concentración de sal (4000-7000 ppm) y ajusta el pH (7,2 a 7,6) para asegurar una desinfección efectiva. 

3. Revisión eléctrica: Inspecciona los componentes eléctricos, como conectores y cableado, para detectar posibles daños. 

4. Sustitución de piezas: Reemplaza cualquier pieza desgastada, como la célula de electrólisis, siguiendo las recomendaciones del fabricante. 

Preguntas resueltas sobre la cloración salina

¿Es para todo tipo de piscinas? 

Sí, el clorador salino es un equipo apto para todo tipo de piscinas ya sean elevadas o enterradas y es compatible con diversos materiales como gresite, gres porcelánico, poliéster… 

¿Es un sistema económico?

A largo plazo, sí. Aunque la inversión inicial puede ser alta, los costos de mantenimiento y de productos químicos son generalmente menores que en los sistemas tradicionales de cloro. 

¿El mantenimiento es complejo y costoso? 

No, el mantenimiento es relativamente sencillo. Requiere limpieza periódica de la célula y monitoreo de los niveles de sal y pH, lo cual no implica un alto costo. 

¿Es difícil de instalar?

La instalación debe ser realizada por un profesional calificado, ya que requiere conocimientos de fontanería y conexión eléctrica. Sin embargo, una vez instalado, su uso es muy sencillo. 

¿La sal producida es corrosiva? 

Aunque la salinidad es baja, puede ser corrosiva para algunos materiales metálicos, como escaleras, tornillos o ciertos accesorios, si no están debidamente protegidos. Por esta razón, es importante utilizar materiales adecuados y mantener un buen control de los niveles de sal y pH para minimizar este riesgo. 

¿Se puede desequilibrar el pH con la cloración salina? 

Sí, la cloración salina puede afectar el pH del agua, que tiende a ser más alcalino. Es importante monitorear y ajustar el pH regularmente para mantenerlo en el rango óptimo. 

¿Hay que usar productos específicos para cloración salina? 

Sí, es importante utilizar productos compatibles para piscinas de cloración salina, ya que algunos productos químicos pueden dañar la célula del clorador. Recomendamos siempre consultar y asegurarse de que los productos utilizados sean aptos para este tipo de sistemas. Consulta todos nuestros productos aptos para electrólisis salina

¿Cómo debo preparar el clorador salino y los electrodos para el invierno? 

Si la temperatura del agua baja de 15°C ,es recomendable desconectar el clorador salino y extraer la célula generadora de cloro para almacenarla en un lugar seco y limpio. También es importante seguir un mantenimiento adecuado de los electrodos de pH, manteniéndolos siempre húmedos con una solución de almacenamiento y nunca con agua destilada. Además, asegúrate de utilizar productos homologados para el tratamiento de hibernación de la piscina.  

¿Bañarse en una piscina con cloración salina es como bañarse en el mar? 

Es fácil hacer ese paralelismo, pero sentimos decepcionar a aquellos que buscan tener en su casa un pedazo de mar. La salinidad de una piscina con cloración salina es de 6 a 8 veces inferior a la del agua de mar. Para ser más concretos, el agua de una piscina con cloración salina tiene una concentración de sal de entre 5 y 7 gramos por litro, mientras que el agua de mar contiene aproximadamente 37 gramos por litro. 

Esperamos que este artículo te haya sido útil y que ahora tengas toda la información necesaria para decidir si la cloración salina es la opción adecuada para tu piscina. ¡Si te queda alguna duda, no dudes en consultarnos!